Cacea

Durante el verano, cuando el bonito se acerca más a la costa del Cantábrico, la flota artesanal inicia su campaña, llamada "costera del bonito".

Los barcos se arman con dos largos mástiles o varas, que están equipados con una serie de cabos rematados en un juego de anzuelos con señuelo. El señuelo, llamado curricán, es un modo de hacer más atractivo el anzuelo para el bonito. Tradicionalmente se elaboraban manualmente con hojas de maíz deshilachadas acompañadas de trapillos de colores. Hoy en día son muy frecuentes los pulpillos de plástico, de colores llamativos.

Los barcos se desplazan hasta la zona de captura con los aparejos recogidos y una vez en ella, despliegan las varas, generalmente acompañadas de otro aparejo en la popa del barco. Entonces comienzan a desplazarse, a la espera de que los bonitos vayan picando el anzuelo.

Cuando en una de las líneas pica un bonito, se recoge el sedal y se sube al barco con la ayuda de un gancho. Los bonitos se despescan en el barco con gran destreza, ya que estos grandes peces aún están vivos y coleando.

Puerto de Vega

Otras artes de pesca: